4 años de prisión para un juez que se masturbaba en los juicios

Desde Washington, EE.UU, nos llega una noticia de sexo y desenfreno, protagonizada por un… ¿juez?
Imaginaos que estáis en un juicio, y que de repente oís un ruido tipo chup chup. De momento nada extraño. Imaginaos ahora que el ruido viene de la butaca donde está el juez, miráis, y veis que “su señoría” está utilizando a plena potencia una bomba de succión con la que se está masturbando mientras oye (que no escucha) las acusadoras palabras de un testigo: “Si, lo confieso, fue el mayordomo.” Pues bien, eso mismo sucedió con Donald Thompson (en la foto), de 59 años, un ex juez de la conservadora ciudad de Bristow que fue acusado en varias ocasiones por exhibicionismo, y es que, se aburría tanto en los juicios que se dedicaba a tareas tan diversas como pulir sus zapatos, cortarse las uñas, liar cigarrillos, mascar tabaco, y… ¡masturbarse con un alargador de pene!, es decir, lo que hacemos todos cuando estamos ejerciendo de jueces en juicios por asesinatos. En los diversos juicios realizados al juez (qué paradójico), varias personas que en su tiempo estuvieron el los juicios de Thompson declararon haber visto al juez exhibiéndose de manera indecente (vamos, en pelota picada) varias veces, y haber oído la bomba de succión cuando era usada. Además, un agente logró sacar una fotografía al juez cuando éste estaba con las manos en los mismísimos durante un juicio por el asesinato del nieto de un hombre. "El abuelo tenía los ojos humedecidos y el juez estaba ahí arriba dándole a la bomba. Fue nauseabundo", declaró un presente. En fin, que con ejemplos así no es difícil entender por qué la justicia va como va. Por suerte, el señor Thompson estará 4 añitos a la sombra. A saber qué maquiavélicas y pornográficas acciones realizará en el comedor de la cárcel, o en el patio, o en la celda… ¡Puag! Mejor no saberlo. Por cierto. ¿Seguirá llevando toga y peluca blanca en chirona?